Aquí comienza el romance
De Maese Amanecista,
Un personaje curioso
Al que hay que seguir la pista.
Este cantar por entregas
Contará, desde la infancia,
La problemática propia
De esta oscura idiosincrasia.
Nuestro maese más púber,
El infante don Miguel,
Zamorano amanecista
De entre dos años y tres,
Inaugura este romance
Con un caso de nivel
Pues ha sido consagrado,
Con la afición puesta en pie,
Como Niño Amanecista
En la ermita de Belén.
Pero no todos los casos
De amanecismo aplicado
Tienen desenvolvimiento
Tan chulo y pintiparado.
En subsiguientes entregas,
Si no me entra la pereza,
Les cantaré amanecismos
De dispar naturaleza.
Buenas noches tengan todos
Sueñen con los angelitos,
Con el Cuerpo de Doctrina
Y cuarto y mitad de higos.
Esto Cantar está un pijo de bien además muy antiguo. Así que no nos toque las pilotas ,no le entre la pereza y continúe con las siguientes entregas. Fantastico.
Esto sí que es bonito (y antiguo). Qué envidia me dan los poetas, desde el punto de vista de un absurdo palindromero.
Uno a la semana. Como las putas.
jajjajaj.. ¡que bueno por favor!