Internet ha traío, ole salero, a estos chavales
que a las niñas bonitas van a obsequiarlas con madrigales.
Con madrigales de chorro libre que corta el aire
y también les traen higos, bien conservaos en frigidaire.
Amanecistas
Vienen del Facebook y son muy sanos
Viva el tronío
De esos ayniegos por albedrío
Olé el sucida,
y la Paddington,
y viva Sixto, el que lleva el bar.
Os recibimos,
amanecistas, con alegría.
Olé mi madre,
olé mi suegra
y olé mi tía.
El amanecismo nos llega desde Albacete pa nuestro avío
y con tantos parneses pa criar hurones cerca del río.
Traerán gemelos pa quien toree mejor corría,
y ricas calabazas pa las mocitas más presumías.
¡OLE Y OLE!
Me entusiasma la palabra «Frigidaire»; me recuerda la nevera que hubo en casa durante muchos años, la trajeron mis padres de Tánger, lugar antaño cosmopolita y moderno donde iban los que residían en Ceuta (mi padre era militar y estuvo destinado allí) a hacer compras de cosas sofisticadas que entonces no había en la península. Yo no había nacido.
Aunque soy muy primario, te tendré que responder con unos tontos versos de los míos, escritos desde el agobio.
Dentro de dos semanas
si Dios lo quiere
empezaré el descanso
del mes que viene
Ahora no tengo tiempo
de florituras
me mandan hacer cosas
y con premura.
Son casi vacaciones
y no hay holganza
no encuentro la manera
de criar panza
Cuando el curro me deje
tiempo de asueto
volveré a escribir versos
para mis nietos.
olé, ese amanecismo!
¡Olé mi pelirroja amanecista, turgente, omnímoda y paradigmática que siempre me apoya!
Más maja es ella…
va en días, mire.