La muchacha lo ha encontrado al volver de misa y, pese a los ruegos de los labradores colindantes para que lo arranque antes de que el rizoma le crezca demasiado, la joven se niega a hacerlo.
«Es muy guapo», dice ella, para justificar su negativa. «Esta no sabe lo que chupa un hombre», afirman los otros labradores, «le va a dejar la tierra seca». Hasta ahora el bancal producía coles muy ricas
Es que tampoco salen tantos hombres en los bancales, digo yo.