Cántese con la música de «En noche lóbrega, etc…» Y si alguien no la sabe que la averigüe, coño. Por cierto, el texto ha pasado el «nihil obstat» de la homenajeada en cuestión.
Si María Angélica
que es una intrépida
cruza el océano
y viene hasta aquí
demostrarémosla
que somos mágicos
y amanecísticos
(somos así).
Y si la ínclita
viene a Vicálvaro
y cual Heliogábalo
bebe hasta el fin,
que tome cápsulas,
no le den cólicos
tampoco vómitos
no hay que sufrir.
Oh, Doña Angélica
usted discúlpeme
reciba un ósculo
y vaya a dormir.
Y esta polémica
con verso esdrújulo
y bastante estúpido
se acaba aquí.
¡33!
Genial. Se supera usted en cada entrega. ¡VIVA LA SECCIÓN AMANECISTA JUGLARESCA!
¡VIVA! ¿Para cuándo la siguente entrega del Cantar por antonomasia?
Me he reído, si señor, me he reido, a lo mejor es porque soy gilipollas o tengo una alergia, pero me he reído.
Muchas gracias, y al insigne vate D. Gerardo también. Tengo que comentarle a D. Raúl que si el «esdrujulismo» que padecí anteayer es algún síndrome moderno, efecto colateral del amanecismo llevado a su grado sumo (y omnímodo).
Por cierto, maravillosa su tierna historia del paciente amanecista, también me estoy riendo, no sé si consultar al alergólogo, si pide hora pida para mí y vamos juntos.
¡VIVA! En realidad es que me dio un ataque de «esdrujulismo», le podemos decir a Raúl que se invente un nuevo síndrome (que ahora están muy de moda), efecto secundario del amanecismo.
Y gracias calabazas queridas, sin vuestro apoyo (aparte de prestar oídos a mis quejas e iluminar mi camino) no me atrevería a meterme en el mundo de la lírica. Lo malo es que los poetas de verdad me echen a patadas. Por cierto, ansío otra entrega del Cantar de Mío Amanece, que eso sí que es literatura. Habrá más ¿no? que tengo cuerpo de Góngora…