(Pre-homenaje a María Chacón y su amiga Aída, que tendrán
a bien (Dios mediante) honrarnos con su presencia en el
próximo conciliábulo amanecista)
Hoy ya no doy pie con bola,
qué angustia, qué desazón llevo casi dos semanas esperando a la Chacón Como no va a venir sola, consciente de nuestro gusto quiere traerse una amiga ¡pobrecilla! ¡vaya susto! Además yo tengo dudas: ¿conoce el amanecismo? ¿le daremos mucho miedo o le daremos lo mismo? |
¿Le pareceremos bien?
¿quizá un poco estrafalarios? ¿por haber plagiado a Faulkner pensará: “vaya falsarios”? “Si lo hicimos sin querer” —contestaremos a coro— y a María le dirá: “¿es que aquí ya no hay decoro?” Pero yo soy optimista. Con gin-tonics y comida siendo amiga de María le daré la bienvenida. |
Va mejorando usted por momentos. Que no me quiero enfadar, que no me quiero enfadar… XD ¡Usted y yo podríamos ser una epopeya!
Siente esta murcianica
con apellido Chacón
una gran emoción
pues siente no merecer
tan magna preparación.
Y agradeciendo tal despliegue
de medios y a falta de otra opción
que mí clásico paseo de un pezón
en cuántico llegue les daré a todos
un inmenso y grandioso achuchón.
Perdonen la patada a la poesía que acabo de dar…. Es que me embarga la emoción y no he encontrado otra opción.
¡JA, JA! El género lírico me está pareciendo divertidísimo, nunca lo hubiera creído. Estoy disfrutando, no os podéis imaginar. Hasta ahora los únicos divertimentos literarios que me he atrevido a hacer son, aparte de los palíndromos, enviar e-mails con lenguaje dieciochesco (o «diecisietesco») un simpático anacronismo, aunque eso ya lo inventó Enrique Tierno Galván en sus célebres bandos cuando era alcalde.
De modo que si tener un negocio propio no nos frena para ser hombres de acción, seamos una epopeya.
Eso es muy bonito, y muy curioso
Pero, ¿me vas a venir a buscar todos los días? Es que no le veo otra salida.